
La Policía Nacional ha llevado a cabo un importante operativo que ha resultado en la desarticulación de una célula perteneciente a una organización de origen georgiano, dedicada a llevar a cabo robos itinerantes en domicilios. Esta organización formaba parte de las estructuras lideradas por un “Ladrón en Ley” o “Vor v Zakone”, el máximo líder de la criminalidad organizada georgiana. Estas organizaciones se caracterizan por su jerarquía sólida y su capacidad para operar a nivel transnacional.
La base de operaciones de este grupo se encontraba en Madrid, desde donde se desplazaban de manera itinerante por todo el territorio nacional. Su modus operandi consistía en llevar a cabo decenas de robos en pocos días en una misma localidad y luego trasladarse a otra. Esta red también había operado en Salamanca, donde se produjo una oleada de robos en domicilios durante el mes de agosto.
La estrategia de la organización implicaba marcar edificios o casas con indicadores de plástico o hilos invisibles para identificar posibles objetivos vacíos. Los robos se realizaban principalmente durante la noche o los fines de semana, utilizando herramientas como ganzúas, técnicas como el bumping, impresioning o magic key para forzar cerraduras y acceder a las propiedades. Los objetos robados eran luego canalizados hacia una red de receptadores, quienes les daban salida, y se realizaban transferencias monetarias a Georgia y otros países miembros de la organización.
La investigación comenzó con la detección de un grupo itinerante dedicado a los robos en viviendas con base en Madrid. Los agentes descubrieron que esta red recibía apoyo logístico de individuos georgianos, y que también podrían estar ayudando a otros grupos que operaban en toda España y a nivel internacional.
Los involucrados en la organización eran parte de la jerarquía de la mafia georgiana, bajo el liderazgo de un “Ladrón en Ley”. Estas redes están altamente organizadas y presentan una estructura impermeable a la acción policial. Se subdividen en células operativas de dos a cuatro personas, que operan de manera itinerante en diferentes territorios. Estas células utilizan una extensa red logística que provee documentos falsificados y alojamiento temporal en diversos países europeos.
A lo largo de la investigación, se confirmó que los procedimientos habituales de estas organizaciones eran utilizados por los investigados. Los miembros de las células viajaban a distintos países europeos durante las temporadas vacacionales y recibían apoyo logístico de otros miembros residentes en esos países. El operativo policial ha representado un duro golpe a esta organización criminal, destacando la importancia de la cooperación transnacional para enfrentar este tipo de delincuencia organizada.
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