
Hoy lamentamos la partida del sacerdote diocesano Juan José Regalado, quien falleció a los 87 años de edad después de una fructífera vida sacerdotal que abarcó 63 años, de los cuales 55 se dedicó como párroco en la comunidad de Linares de Riofrío. Su fallecimiento en el Día de Todos Los Santos añade un significado especial a su memoria, lleno de gratitud por parte de las comunidades a las que sirvió y acompañó a lo largo de su vida.
La capilla ardiente de Juan José se ha instalado en el Tanatorio de Linares de Riofrío, donde la comunidad parroquial podrá acompañarlo en su último adiós. El funeral en honor a su eterno descanso se llevará a cabo este jueves, 2 de noviembre, a las 16:30 horas en la parroquia de Nuestra Señora de la Asunción de la localidad, el mismo lugar que fue testigo de su incansable labor y dedicación. Posteriormente, recibirá sepultura en este pueblo al que dedicó gran parte de su vida.
Juan José Regalado nació en Quejigal, una pequeña localidad del municipio de Canillas de Abajo, en el Campo Charro de Salamanca, el 16 de febrero de 1936. Ingresó en el Seminario diocesano y, tras completar sus estudios eclesiásticos, fue ordenado presbítero en Salamanca el 16 de abril de 1960. Desde ese momento, su ministerio sacerdotal estuvo estrechamente vinculado a las comarcas de las Sierras de Béjar y de Francia, donde dejó una huella imborrable en las vidas de quienes tuvieron la fortuna de conocerlo y recibir su orientación espiritual. Su dedicación y servicio a la comunidad son un legado que perdurará en la memoria de todos los que tuvieron el privilegio de cruzar su camino.
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